lunes, 22 de agosto de 2011

DESARROLLO FÍSICO Y COGNITIVO EN LA ADULTEZ MADURA


INTRODUCCION.  Crisis de la Madurez

A la crisis de los 40 se le llama así porque se había observado que el momento más álgido de esta crisis se da entre los 35 y 45 años. Aunque puede considerarse natural, no es tan nítida y alborotada como la crisis de la adolescencia. Además se le llama la crisis de la media vida, porque se considera que a esa edad se ha recorrido la mitad de los años de expectativa de vida. Y también se le llama crisis de madurez, ya que de ella puede salirse con un equilibrio y un sentido del deber que permiten suponer que, a partir de ese momento, se puede alcanzar una vida lograda y fructífera.
Manifestaciones De La Crisis
 
 Si se quisieran buscar aquellos aspectos psicológicos en los que la crisis de la madurez se manifiesta habría que destacar: la desilusión, el cansancio y el desengaño. Desilusión con uno mismo, porque los proyectos juveniles no se han realizado. Cansancio al ver que las responsabilidades aceptadas –familia, hijos, trabajo profesional, obligaciones sociales...- piden un esfuerzo continuado y se hacen cada vez más pesadas, exigen una atención constante y, para sacarlas adelante, hay que añadir múltiples sacrificios.  
La crisis se produce cuando algo, aparentemente más atractivo, se coloca en primer plano; y se produce un desinterés e, incluso, se abandonan, aspectos que hasta ese momento han sido “el todo en la vida”: trabajo, cónyuge, familia, situación social…  
 
Algunos, para tratar de superar la crisis, buscan salidas escapistas: se prueban nuevos enfoques profesionales, para conseguir el éxito que no se ha obtenido; se hacen intentos para ganar mucho dinero y así conseguir una situación de hegemonía y elevar su prestigio y su reconocimiento público; en algunos casos se vuelcan en la política para halagar su propia vanidad. Se complican la vida con otra persona distinta de su pareja. Y en sus relaciones sociales se dejan arrastrar por lo novedoso, dejándose absorber, por ejemplo, por el gimnasio o por el golf. Se han engañado y eso les lleva a decidirse por un camino perfectamente equivocado.
 
Cada persona es un mundo, pero alrededor de los 40 años, se pueden plantear nuevos enfoques que llevan a tirar por derroteros que acaban por poner la vida patas arriba...
 
 Cambios en las capacidades

Algunos médicos y biólogos se han planteado si “la crisis de los 40” podría tener una base fisiológica, hormonal, como ocurre en la adolescencia por el despertar de la sexualidad. Aunque se ha estudiado el tema, los médicos endocrinólogos consideran que no hay en los varones una base para justificar esa falta de tono, ese cansancio vital. Distinto es el caso de las mujeres, en las que, efectivamente en el periodo de la menopausia, se produce una clara disminución de los estrógenos, que explicaría las variaciones del carácter de la mujer en ese periodo de su vida. 

También se puede pensar que la tensión vital, que ha ido en aumento durante el periodo que va del inicio del trabajo profesional hasta la media vida, haya exigido un  exceso de gasto de neurotransmisores o hayan disminuido las reservas de endorfinas -sustancias químicas responsables de las sensaciones de gratificación y de bienestar- por encima de la capacidad de recuperación del organismo. El mantenimiento de la tensión llevaría a un agotamiento nervioso -semejante a las depresiones por estrés- causante de la aparición de esos aspectos negativos que influyen en la psicología, el talante ético y la vida espiritual de aquellos que están en crisis. De cualquier manera, es interesante que ellos, y las personas que les rodean, estén  atentos para detectar las posibles depresiones que pueden acompañar a la crisis de la madurez. 

Durante este momento crítico de la madurez pueden aparecer sentimientos encontrados de dudas y confusión donde el adulto por ejemplo cuestiona ojala hubiese sido médico, en lugar de abogado; ojalá no me hubiese casado, ojalá... cualquier cosa distinta a la que de hecho se tiene. Junto a eso, un cambio de carácter, tal vez una excesiva preocupación por la salud, la aparición de enfermedades imaginarias, una cierta pérdida de interés por el trabajo profesional.

En el fondo de todo, y acaso como lo más característico de ese momento, se encuentra una actitud interior de balance: hasta entonces, y humanamente hablando, la vida intelectual y física ha ido creciendo hacia la madurez. De entonces en adelante se iniciará el declive humano, y se tiene la impresión de que ese balance, al que la prudencia de la carne invita, tiene un cierto carácter de definitivo o de irreparable».
 
Se cree que esta crisis podía llevar a situaciones angustiosas y que es necesario ayudar a la persona que las padecen: rejuveneciendo y vigorizando su piedad, tratándole con especial cariño, dándole un que hacer agradable, lo que exigiría, incluso en algunos casos, una temporada de especial distensión. 

LA CRISIS DE “LOS 40” EN EL MATRIMONIO

La mayoría de la población elige el matrimonio, como la cosa más natural del mundo, puesto que la complementariedad de los sexos es algo que, si se vive en armonía, es una forma maravillosa de abrirse a los demás y completar la personalidad como mujer o como varón.

En un verdadero matrimonio, marido y mujer han de aprender a desarrollar su vida conyugal en todas sus manifestaciones: física, afectiva, sexual, intelectual, social, económica, cultural, espiritual... Este aprendizaje les supone un esfuerzo para tratar de conjugar lo que una y otro es y armonizarse: hay que salir de estar con uno mismo para compartir la vida con otra persona; se trata de establecer el marco en el que se va a desarrollar la vida en común para buscar la identidad del nosotros; también se ha de conseguir el descubrimiento y la vivencia de la sexualidad conyugal.

Si en la dinámica del amor conyugal la generosidad no progresa, cada vez se hacen más costosos los sacrificios que exige el hogar. Cuando se comienza a poner el corazón en las cosas ajenas a la familia, como el éxito profesional, una colega joven y simpática o un compañero de trabajo atento y agradable, el grupo de amigas o amigotes... se va apagando la luz de la verdad familiar y se va enfriando el calor de la ternura en el amor.

 El corazón se va quedando vacío y hay que buscar emociones fuertes, que siempre serán egoístas. Antes acontecía más en el marido; pero ahora algunas mujeres ponen por delante de su familia lo que consideran su propia realización.

Por estos cambios, en algunas mujeres aparece a partir de los 40 una componente de dureza que les lleva a adoptar actitudes muy guerreras. Posiblemente en los primeros años de matrimonio a ellos les pareció bien lo de “delegar en la madre” y aceptar su protagonismo, porque ella era la que más y mejor podía hacer: ya que estaba más tiempo en la casa, los niños eran todavía pequeños... Al llegar a esta edad, se ponen chulas: “¡O colaboras, o te vas!”, provocando verdaderas crisis matrimoniales; sin medir los efectos desastrosos que ese planteamiento puede suponer para la familia: para sus hijos, principalmente, y para su marido y ella misma. Parece que prima la eficacia sobre todo lo demás; cuando tendrían que darse cuenta de que variar las actitudes de un marido, si se le ha maleducado durante años, no es tarea fácil.

La crisis de madurez en la pareja puede superarse: aplicando el sentido común, con una buena dosis de entrega y lealtad, que es fidelidad, al otro cónyuge y a los hijos. Aunque, en algunas ocasiones será oportuno recurrir a una persona ajena al matrimonio para que les ayude. 

El consejero o el experto -llámese asesor matrimonial, psicólogo clínico, psiquiatra o incluso sacerdote- puede valorar las cosas desde fuera, y hacer caer en la cuenta de que no somos un caso único, que las cosas tienen arreglo, cuáles son los medios que hay que poner para arreglarlas, etc. Contribuirá a erradicar el egoísmo y conseguir de los cónyuges unos niveles de humildad que les permitan perdonar –si es el caso- y resolver las diferencias que existan; igualmente, ayudará a esclarecer los conflictos pequeños que -muchas veces por su frecuencia- son la causa del enfriamiento del amor matrimonial; o los conflictos grandes que están abocados, antes o después, a terminar en ruptura.

Cuando se dan estas situaciones, si el consejero es aceptado por los dos, puede ayudar a que encuentren el sentido que Dios quiere para sus vidas personales y para la vida de su familia.
 
No hay duda de que en el matrimonio se buscan salidas escapistas cuando se empieza a considerar que el amor al cónyuge o a la familia no es verdadero, sin aceptar que –aunque imperfecto- sí es real, o se piensa que el ideal de su noviazgo no se ha visto plasmado en la realidad de su actual matrimonio. No se dan cuenta de que están en el momento de demostrar que la promesa que se hizo el día de su boda, hace años, era auténtica. No deben engañarse creyendo que todavía tienen atractivo para ensayar “nuevas conquistas”.
 
También las cosas pueden llevarse hasta el extremo de concluir que todo lo conseguido en las etapas anteriores no tiene validez y, por tanto, los valores que servían de Norte, las virtudes adquiridas o las convicciones que daban seguridad a la hora de actuar, deben ser sustituidos por nuevos enfoques.
 
Guardini, en “Las etapas de la vida”, concluye que la única salida digna de la crisis de “los 40” estaría en: aceptar las propias limitaciones y el papel concreto que, a cada uno, le ha asignado la vida; saber que las cosas grandes se consiguen atendiendo bien lo ordinario, lo cotidiano; «asumir las obligaciones propias de la amistad, el amor y la profesión elegida; y dar a la vida el sí que procede de la seriedad y de la fidelidad. Con todo ello se consigue lo que solemos llamar carácter; y las personas que lo logran son en las que confían los demás y la sociedad». 
FASES DE LA VIDA ADULTA
1)  Adultez temprana:
Esta fase según Bromley abarca de los 21 a 25 años, según Havighurst de los 18 a los 30 y según Levinson de los 17 a los 40.
Fase de importantes cambios sociales en los ámbitos de la vida profesional y familiar. La vida del individuo gira en torno de dos polos fundamentales: la familia y el trabajo. Es una fase en la que se hace especialmente presente la tensión entre la concepción de lo joven y lo viejo.  Pero el problema está a la hora de determinar el alcance de la crisis, que según Levinson y Gould se alcanza entre los 39 y los 50.
Costa y McCrae realizaron una investigación con 135 individuos y llegaron a las siguientes conclusiones:
a) la mayoría no padeció ninguna crisis.
b) quienes la sufrieron, se repartían aleatoriamente entre los 33 y los 79 años.
c) la crisis no es más que una manifestación y consecuencia de una larga inestabilidad psicológica.
Por lo visto, la última conclusión es la más convincente y su respaldo es el doble orden:
a) la aparición de variedades de personalidad como causantes de la crisis.
b) individuos con permanentes problemas de personalidad.
2) Adultez media:
Esta fase según Bromley abarca de los 25 a los 40 años, según Havighurst de los 30 a los 60 y según Levinson de los 40 a los 65.
Se trata de gran productividad, especialmente en la esfera intelectual y artística.  Es la etapa de la productividad y la creatividad, de los importantes logros intelectuales, de las mayores contribuciones en los ámbitos de la política, la diplomacia, el pensamiento, el arte...Es el periodo en el que se consigue la plena autorización.
-Quehaceres más sustantivos durante esta fase:
-Ayudar a los hijos en su crecimiento y prepararlos para la vida adulta.
-Logro de responsabilidades sociales i cívicas.
-Logro y mantenimiento de la satisfacción del propio trabajo.
-Desarrollo de actividades de ocio.
-Relación más directa con la pareja sin el obstáculo del permanente cuidado de los hijos.
-Aceptación y ajuste a los cambios psicológicos.
-Adaptación a la ancianidad de los padres.
Dos cambios importantes en esta etapa:
1)  Uno de características físicas que conduce a decisivas modificaciones en la cognición y percepción.
2)Unos segundos que acontecen en los roles sexuales y son unos cambios que provienen de las nuevas situaciones hormonales creadas a raíz del climaterio y de la variación de las demandas y exigencias sociales previnientes de unos hijos que prácticamente se encuentran ya al comienzo de su etapa adulta.

3)  Adultez tardía:
Esta fase según Bromley abarca de los 40 a los 55 años y a partir de los 60 según Levinson, caracterizado por la experiencia del declinar del propio cuerpo y del paso al estatus de viejo.
Ericson lo denomina “madurez” y está caracterizada por una seguridad y amor postnarcista del yo, por la aceptación del propio ciclo de vida como algo irrenunciable e insustituible, en una palabra, por la integridad del propio y único yo frente a la desesperación que pueda producir un incuestionable final.
Havighurst, resume en seis las tareas por características de esta fase:
1-Ajuste al declive físico.
2-Ajuste al retiro y a la reducción de ingresos.
3-Ajuste a la muerte del cónyuge.
4-Ajuste al establecimiento de una afiliación explícita con el propio grupo de edad.
5-Adopción de roles de una manera flexible.
6-Establecimiento de condiciones de vida cómodas.
Es un periodo a lo largo del cual se suceden complejos acontecimientos en los ámbitos biológicos, psicológicos, sociales, culturales e históricos que pueden jugar un importante papel en la vida adulta.
Todos aquellos eventos que suponen un paso adelante en la vida adulta, han sido englobados bajo la denominación de “crisis normativas” en el surtido de que conllevan ansiedad e incertidumbre frente a las nueva y desconocidas demandas psíquicas y sociales.
Desarrollo Cognitivo
Las capacidades cognitivas, al igual que las físicas, han quedado disminuidas dada la existencia de un progresivo declive desde la juventud.  Este estereotipo sobre el declive intelectual se une a una colonación negativa, en general, de la edad adulta y la vejez.
Evidentemente, la hipótesis de un declive creciente generalizado de las habilidades intelectuales durante la edad adulta y la vejez puede ser rechazada, ya que el declive ni se da en todas las habilidades, ni en todos los individuos, ni es tan importante como los primeros estudios parecían suponer.  El declive de la inteligencia fluida estaría relacionado con la pérdida de velocidad, como parecen demostrar las altas correlaciones encontradas con la rapidez perceptiva.  Estos autores sugieren que la pérdida de velocidad en la actuación de los adultos puede reflejar una pérdida en la habilidad de mantener dividida la atención.  Pero este estereotipo sobre el declive intelectual puede afectar a la actuación de aquellos sujetos que se perciben a si mismos como disminuidos en su capacidad intelectual.
En cuanto a la familiaridad obviamente durante la edad adulta la mayor parte de los sujetos no suelen enfrentarse ni a tareas estandarizadas en las que se evalúen sus habilidades intelectuales, ni tampoco el contenido ni características concretas que tienen la mayor parte de las tareas.
Los sujetos adultos tienen tendencia a no utilizar sus habilidades fluidas y a resolver los problemas en forma cristalizada.  Si estas tareas son realizadas normalmente en la vida cotidiana de los sujetos, como el caso de las tareas aritméticas, tienden a no mostrar decrementos durante la edad adulta.
Denney sostiene que la práctica y la experiencia tienen una influencia fundamental sobre las habilidades cognitivas.  Así, las habilidades verbales se mantendrían durante la edad adulta, mientras las manipulativas comenzarían a descender antes.
Menopausia y Climaterio
Menopausia es el término médico que designa la fecha de la última menstruación en la vida de una mujer. La palabra deriva del griego Mens, que quiere decir mensualmente, y pausas, que significa cese. La menopausia es una parte natural del proceso de envejecimiento debido a la menor producción de las hormonas estrógenos y progesterona que se acompaña de la pérdida de la capacidad de reproducción.
A diferencia de cuando se inicia la menstruación en la juventud, los cambios que conducen al cese de la función menstrual y al reajuste metabólico duran varios años que es el período que se denomina Climaterio. La edad promedio para que ocurra la menopausia son los 50 años, con límites que oscilan entre los 42 y 56 años.
Se considera que una mujer es menopáusica cuando no tiene la menstruación durante un año sin estar embarazada y sin una enfermedad que cause su ausencia.

La palabra peri menopausia se refiere a los años previos al cese de la menstruación, cuando la mujer comienza a notar los primeros síntomas de la transición. Pero muchas personas usan la palabra menopausia, indistintamente, también para los años de peri menopausia y para los años que siguen a la menopausia.
La meno pause es un proceso normal que le ocurre a todas las mujeres al superar cierta edad; en ningún caso es una enfermedad ni un proceso patológico. Sin embargo, algunas mujeres pasan unos años difíciles a causa de los cambios hormonales.
Hay muchos síntomas de menopausia y cada mujer los vive, o los sufre, de diferente forma. Muchas mujeres tienen pocos o ningún síntoma mientras que otras los tiene muy intensos y molestos.
Los síntomas más evidentes del comienzo de la menopausia, en realidad de la peri menopausia, son las alteraciones del ritmo del ciclo menstrual (menstruaciones muy próximas o separadas) o cambios en la cantidad de menstruación (por exceso o por defecto).
Otros síntomas que pueden aparecer son:
  • aumento de peso;
  • sofocos o bochornos de calor bruscos;
  • insomnio;
  • sudor por las noches;
  • sequedad vaginal;
  • dolores articulares;
  • fatiga;
  • pequeñas pérdidas de memoria;
  • molestias intestinales;
  • sequedad en los ojos;
  • picor en la piel;
  • cambios de humor; y
  • facilidad para sufrir infecciones urinarias.
En la mayoría de los casos estos síntomas se atenúan con el paso del tiempo, aunque a veces persisten durante años.

La experiencia de la meno pause es diferente para cada mujer y entre mujeres de diferente cultura o procedencia. Diferentes estudios han demostrado que las mujeres viven la menopausia según sus factores hereditarios, dieta, estilo de vida, medio social y actitudes culturales hacia las mujeres mayores.
Por ejemplo:
  • Las mujeres japonesas comunican menos sofocos y otros síntomas en la peri menopausia.
  • Las mujeres tailandesas comunican alta frecuencia de dolores de cabeza y cefaleas.
  • Las mujeres escocesas comunican pocos síntomas graves.
  • Las mujeres griegas se quejan de muchos sofocos de calor.
  • Las mujeres mayas no comunican síntomas (¿los tienen? ¿tienen miedo a comunicarlos?)
La menopausia "provocada" es la que aparece antes de la fecha que debería ocurrir, es decir es prematura. Suele ocurrir después:
  • cirugía extirpando los ovarios;
  • quimioterapia;
  • radioterapia; o
  • funcionamiento anormal del ovario.
Cuando la mujer sufre la menopausia provocada suele tener síntomas más intensos que en la natural y precisa habitualmente de tratamiento hormonal.

La menopausia, en realidad el climaterio, es una de las épocas más importante en la vida de la mujer. Para algunas es un reto por las dificultades físicas y emocionales, para otras es un momento de plenitud personal, y para otras muchas una combinación de lo anterior que requiere un esfuerzo adicional y el apoyo de su entorno familiar, laboral y social.
Algunas sugerencias para ayudar a superar con éxito esa etapa, incluso disfrutar, incluyen:
  • Leer libros, artículos y otros documentos recientes para estar bien informada.
  • Hablar con amigos y familiares que han pasado por "el cambio".
  • Formar parte de un grupo de ayuda.
  • Usar una dieta apropiada y realizar ejercicio periódicamente.
  • Controlar el estrés equilibrando el trabajo con la vida social.
  • Hablar con su especialista sobre sus cuidados personales preventivos.




4.26        Desarrollo Cognitivo

En la vida adulta el pensamiento formal no es utilizado claramente mejor que en la adolescencia.
La noción de correlación resulta difícil de comprender para los sujetos adultos (el concepto que mostraban era incompleto y defectuoso, puesto que no incluía todas las posibles relaciones entre las distintas acciones y resultados.)
Dulit, en uno de los primeros trabajos sobre pensamiento formal con sujetos adultos, utilizó dos tareas: la proyección de sombras y la combinación de líquidos.  Se entrevistaron sujetos de 14, 16, 17,20 y 25.No hubo diferencias muy acusadas entre la actuación de los adultos y la de los sujetos de 16 - 17.
Khun, Langer, Kohlberg y Hean hicieron un estudio sobre la relación entre pensamiento formal y juicio moral.  Los resultados mostraron que solo el 30% de los adultos resolvían totalmente las tareas formales.  La mayoría de los sujetos se encontraban en un estadio intermedio entre las operaciones concretas y las operaciones formales y, por último, el 15% no mostraba utilizar el pensamiento formal en absoluto.
Sinnot encontró que un 63% de sujetos que eran capaces de resolver adecuadamente los problemas formales.  En otro estudio encontró que el 80% de los sujetos alcanzaban el nivel formal.  Este, básicamente se debe al nivel socioefectivo;  las personas que pertenecen a niveles culturales más elevados, resuelven las tareas formales con más facilidad.  Pero no todos los problemas formales parecen plantear la misma dificultad a todos los sujetos, sino que aquellos que versan sobre un asunto escasamente abstracto y relacionado con la vida cotidiana de los sujetos pueden facilitar su resolución.
Piaget, afirmaba que probablemente se llegaba a las operaciones formales entre los 15 y los 20 años.
 Características Distintivas De La Cognición Adulta: 

      1.1. Una característica importante del pensamiento post formal es su naturaleza   integradora. 
      1.2. Los adultos en esta etapa integran la lógica con la intuición y la emoción así como también integran hechos e ideas contradictorias 
      1.3. Las personas en esta etapa de la vida se encuentran en su máximo rendimiento intelectual. 
      1.4. La capacidad creativa, que implica utilizar la perspicacia de tres maneras, esto es:
1.4. a. Recoger información pertinente al problema
1.4. b. Ver relaciones entre pares en apariencia aisladas.
1.4. c. Ver analogías entre uno nuevo y otro ya solucionado 

      1.5. Los adultos también son más práctico: saben que la solución a un problema debe ser   tan realista como razonable. La mayoría de los cambios cognoscitivos mesurables que tienen lugar durante la vida adulta no implica simplemente un aumento o disminución de la capacidad general.
      1.6. Los adultos gradualmente llegan a darse cuenta   que no hay una única solución correcta para   cada problema; sino que   hay varias.
      1.7. Ellos se percatan   de que la” verdad”, a menudo varía de acuerdo con la situación y el punto de vista de la persona.
     
1.8. Para la mayoría de los adultos   intermedios   algunas habilidades cognoscitivas   como el vocabulario y   memoria verbal se incrementan de manera constante hasta la sexta década de la vida. 
      1.9. Las personas en esta etapa de la vida se encuentran en su máximo rendimiento intelectual. 
       
 







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